Telescopio James Webb: una ventana al universo
Las imágenes del telescopio espacial James Webb permiten observar el espacio y los cuerpos celestes como nunca antes se habían visto
Las imágenes del telescopio espacial James Webb permiten observar el espacio y los cuerpos celestes como nunca antes se habían visto
La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) ha hecho públicas las primeras imágenes del telescopio James Webb, un telescopio espacial que fue lanzado en órbita hace siete meses, y que suponen toda una revolución en la forma de ver y comprender el universo.
Las imágenes muestran con gran detalle y color estrellas, nebulosas y galaxias, y permiten observar características que hasta ahora permanecían ocultas en estos cuerpos celestes.
Por ejemplo, se ha determinado la composición de una de las galaxias más antiguas y lejanas del universo: contiene oxígeno y neón, lo que permite entender cómo ha evolucionado el universo y sus materiales a lo largo de miles de millones de años.

Esto es gracias al sistema de captación de imágenes por infrarrojos, que permite fotografiar el espacio más allá de lo que podríamos captar a simple vista. Así, la radiación infrarroja de las cámaras puede atravesar las nubes de polvo cósmico y ver cómo se forman las estrellas o qué ocurre alrededor de los agujeros negros, por ejemplo.
El Telescopio Espacial James Webb (STJW) tardó décadas en ser desarrollado y fue lanzado al espacio el 25 de diciembre de 2021 desde la base espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la Guyana Francesa. El telescopio es un proyecto conjunto de la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).
Durante los primeros meses de su trayecto por el espacio, los responsables del proyecto han estado preparando el telescopio para su misión: se encargaron de alinear los espejos y calibrar los instrumentos científicos para que pudiera funcionar correctamente y enviar los datos a la Tierra. Su recorrido puede seguirse en directo aquí.
El universo en un grano de arena
La página web de la NASA ofrece gran información de los primeros descubrimientos del telescopio James Webb. La fotografía más impactante de todas es la que muestra el conjunto de galaxias SMACS 0723, considerada la imagen más profunda y detallada del universo lejano que se ha realizado jamás.
Esta imagen muestra un conjunto de miles de galaxias. Aun así, si lo viéramos desde la Tierra a simple vista, este pedazo del universo equivale al espacio que ocupa un grano de arena sostenido con el brazo extendido.
El telescopio Webb también ha permitido analizar la atmósfera del planeta WASP 96-b, situado a 1.150 años luz del Sol. Se han captado rastros de vapor de agua y nubes (aunque la vida en este planeta sería imposible por su proximidad al sol, que hace que la temperatura se eleve a más de mil grados).
La Nebulosa del Anillo del Sur es una nube de gas en expansión que rodea una estrella a punto de extinguirse, a unos 2.000 años luz de distancia. Las cámaras del telescopio permiten atravesar las capas de polvo para explorar esta nebulosa planetaria, la última fase de una estrella antes de morir.
El Quinteto de Stephan es un grupo de galaxias en la constelación de Pegaso. El telescopio James Webb consiguió acercarse hasta la nube de gas y materiales que rodea el centro de una de las galaxias, donde se encuentra un agujero negro súper masivo.
Por último, la NASA ha hecho pública una imagen de la Nebulosa de Carina, una gran nebulosa donde se encuentran dos de las estrellas más brillantes y luminosas de la Vía Láctea. Los datos de esta región permitirán estudiar cómo se forman las estrellas y qué elementos las componen en las fases más tempranas.
El legado del telescopio Hubble
Hasta ahora, el principal telescopio de exploración espacial era el Hubble, lanzado en órbita en 1990. Este telescopio orbita alrededor de la Tierra a casi 600 kilómetros por encima del nivel del mar, y da una vuelta a nuestro planeta cada 96-97 minutos.
El Hubble ha proporcionado imágenes espectaculares del universo durante más de 30 años, como la famosa instantánea de Los pilares de la creación, que muestra unas columnas de gas y polvo interestelar en la nebulosa del Águila, a unos 7.000 años luz de la Tierra.
La diferencia es que el telescopio Hubble capta las imágenes en longitudes de onda óptica y ultravioleta (la luz visible con nuestros ojos), por eso sus imágenes son menos precisas. Además, el Hubble tiene un espejo más pequeño (2,4 metros) y con menos capacidad de alcance que el del James Webb (6 metros de diámetro).
Los científicos de la NASA creen que el Telescopio Espacial James Webb abrirá una nueva era en la astronomía, porque las imágenes recibidas aportan información desconocida hasta ahora. Así, los científicos podrán hacerse nuevas preguntas que jamás se habían planteado.